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Mariscos de Galicia

El marisco es un alimento muy saludable y nos gusta compartirlo con los demás, pero a veces conseguir que los más pequeños lo consuman puede ser complicado.
Esta receta de langostinos con espaguetis de calabacín puede ser una forma sencilla y rica de hacerlo.

Los ingredientes son muy sencillos de conseguir y la receta es muy fácil de realizar, además utilizar los calabacines para sustituir los espaguetis puede ser una novedad en tu alimentación, tan solo necesitas un espiralizador para hacerlos. Una vez cortados no tendrás que cocerlos, con hacerlos en la sartén con un chorrito de aceite un par de minutos será suficiente.

Para aderezar el plato te dejamos una crema de nata líquida preparada con el caldo de las gambas, una crema ligera para un plato ligero. Mejorarán mucho el sabor de la receta y puedes ponerla en un cuenco aparte para que cada comensal se sirva lo que necesite.

Esta receta de langostinos es rápida (de unos 10 minutos), económica, sin glúten y sin muchas calorías.

INGREDIENTES (4 comensales):

ELABORACIÓN:

  1. Lavamos y secamos los calabacines. Quitamos las partes sobrantes de los extremos y con ayuda del espiralizador los cortamos en forma de espaguetis y reservamos.
  2. Se pelan y pican los ajos finamente. Repetimos el proceso con 3 ramas de perejil.
    Reservamos algunas hojas para la decoración final (opcional).
  3. Pelamos el marisco y reservamos tanto las cáscaras como las cabezas. Con dos cucharadas de aceite en una sartén sofreímos a fuego alto lo que teníamos reservado durante tres minutos.
    Agregar un chorrito de agua, echamos una pizca de sal y cocemos durante dos minutos. Se cuela y se reserva.
  4. Ponemos a calentar a fuego medio en un cazo la nata. Agregamos el caldo reservado, sazonamos al gusto y se cuece unos minutos. Retiramos del fuego.
  5. Sofreímos con dos cucharadas de aceite los ajos un par de minutos, se añade el marisco y se cocina otros dos minutos. Añadimos la «pasta» de calabacín y salteamos a fuego alto tres minutos.
  6. Salpimentamos y echamos encima el zumo de medio limón. Se remueve bien para que absorba todos los sabores.
  7. Listo para servir.
    Podemos decorarlo con perejil o con rodajas de limón. La salsa puede servirse tanto directamente en el plato como en un cuenco aparte para que cada uno se sirva lo que necesite.

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