En las rías gallegas se capturan diferentes tipos de almejas. Estos moluscos son bivalvos, al igual que los berberechos, las ostras y los mejillones. Como habrás adivinado con estos ejemplos, se trata de animales que carecen de cabeza y extremidades, y con una concha dividida en dos vainas. La forma, el tamaño y el color de la concha es muy diferente de una especie a otra. Incluso puede haber grandes cambios dentro del mismo grupo, como ocurre con los distintos tipos de almejas.
Hablar de almejas en las rías gallegas es hablar de un elemento vital en el marisqueo. Estos mariscos no solo son muy apetecibles, además combinan a la perfección con casi cualquier plato. La temporada principal de captura abarca de septiembre a abril, aunque puede haber variaciones según la especie.
Tipos de almejas
Hay más tipos y variedades, pero las más típicas de Galicia, y que puedes encontrar en Mariscos Gallego, son las siguientes:
Almeja roja
La principal característica de la almeja roja está en el color: tiene tonos rojizos, que pueden ser ligeramente tostados. Además, presentan manchas y rayas, y el interior es de un rosa fuerte. También se la conoce como almeja rubia.
En los últimos tiempos se ha hecho muy popular entre los consumidores debido a que son muy abundantes, lo que les da un precio muy competitivo. Además, son bajas en calorías y ricas en hierro y yodo.
Almeja babosa
La almeja babosa es otra joya marinera autóctona que no puede faltar en nuestra lista de los tipos de almejas más apetitosas. Gran calidad y sabor se conjugan en esta almeja que se puede capturar en distintos tamaños. La manera estrella de prepararla es a la marinera. Consulta nuestra receta de Cazuela de almejas a la marinera con perejil del mediterráneo para comprobarlo.
Aunque se recoge todo el año, su apogeo se alcanza en el verano. La clave para distinguirla es que es suave al tacto y de coloración gris con manchas más oscuras. Tiene un sabor similar al de la almeja fina, pero quizá un poco menos acusado, y es más económica.
Almeja fina gallega vs. Almeja japónica
No es fácil de diferenciar estas dos variedades de almejas, y por eso te las presentamos juntas. La almeja fina presenta coloración más clara, un ángulo más recto y tiene muy marcados tanto los radios como las líneas longitudinales, que parece que forman cuadraditos. En la almeja japónica lo que más destaca son los radios, y además su curvatura es más acusada.
Con respecto a la carne, la almeja fina gallega está más llena de carne y esta es más blanca, tierna y blanda. Por su parte, la japónica presenta una carne más amarillenta, un poco más dura y que mengua más al cocinarla.
La almeja japónica es una almeja de cultivo, mientras que la almeja fina gallega se da de forma natural en nuestros arenales.
Almeja japónica de Carril:
Como alternativa a la almeja japónica foránea, se ha asentado en Galicia la llamada almeja japónica de Carril. Se ha adaptado muy bien a nuestras rías, lo que le da un plus de calidad. Esto ha hecho que poco a poco se haya ganado el reconocimiento y la valoración culinaria.
La almeja de Carril se suelen consumir al natural con limón, sobre todo si es de tamaño grande. Las más pequeñas suelen destinarse para acompañamiento de platos más elaborados, como fideos e incluso fabes.
Distintas variedades de almejas pero una sola manera de conservarlas
Una vez te hayas llevado las almejas a casa, sean de la variedad que sean, no olvides que lo mejor para conservar es ponerlas en un plato o fuente, y cubrirlas con un trapo húmedo para que no se sequen. Aguantarán bien dos o tres días en la nevera.
Aprovechamos para recordarte que, además de un alimento muy sabroso, las almejas también son muy nutritivas y suelen tener un precio razonable para el majar que son.
