En la actualidad es imposible crearse una imagen de las Rías Baixas sin que aparezcan sus archiconocidas bateas gallegas.
Y es que estas estructuras tan identitarias de Galicia, permiten cultivar uno de los frutos del mar más preciados: los mejillones gallegos.
Aparte, también nos podemos encontrar con otras especies como las ostras y las vieiras.
En este artículo, haremos un pequeño recorrido sobre estas imponentes instalaciones que se han convertido en un referente a la hora de conseguir algunos de los mejores productos del mar.
El cultivo del mejillón en las rías gallegas
El cultivo del mejillón en las rías gallegas se ha convertido en uno de los de mayor producción a nivel multinacional gracias a que Galicia cuenta con el mayor número de rías de toda España.
Aparte, las condiciones que se dan en la costa gallega son las perfectas para conseguir una producción de bivalvos que no solo destacan por su sabor y calidad sino por sus grandes ventajas nutricionales.
Y esto sucede porque el ecosistema de las rías gallegas cuenta con uno de los mayores depósitos de fitoplancton del mundo lo que hace posible que los mejillones cuenten con un alimento de calidad y su crecimiento sea mucho más rápido que en otros lugares del mundo.
Actualmente, el cultivo del mejillón en Galicia cuenta con una producción extraordinaria.
En cada batea, se pueden llegar a producir entre 40 y 80 toneladas de media, pudiendo llegar a las 100.
En total, al año se producen aproximadamente 250.000 toneladas de mejillón gallego de alto valor.
Unas cifras que nos indican la gran importancia de este producto para España en general y Galicia en particular.
Hoy por hoy, miles de personas tienen en el cultivo de este molusco su sustento de vida.
Qué son las bateas de mejillones
Las bateas son unos sistemas de cultivo formados por estructuras de madera flotantes normalmente rectangulares a través de las cuales se atan cuerdas de entre 5 y 10 metros y que sirven como viveros naturales flotantes.
Se trata de un diseño 100% autóctono y su origen se remonta al año 1940, cuando los miticultores probaban diversas formas de conseguir un cultivo del mejillón óptimo y eficaz.
Después de diversas pruebas, vieron que ésta conseguía consolidar un cultivo de calidad y rápido.
Si bien es cierto que ya había existido antes este tipo de estructuras, pero mucho más arcaicas en otras zonas del mundo, lo cierto es que no se daban las condiciones que se dan en la costa gallega lo que ha provocado un éxito arrollador.
Ahora bien, las bateas tal y como las conocemos ahora, son bastante diferentes a las que se crearon hace ya más de 80 años.
En la actualidad aparte de madera de eucalipto, cuentan también con hormigón para aumentar el tiempo de vida de la propia estructura.
Para conseguir que no se vayan al fondo, cuentan con flotadores y otros sistemas que les permite flotar sin problema.
Sin lugar a dudas, nos encontramos ante uno los grandes medios de la acuicultura de toda España.
¿Cuántos mejillones produce una batea?
Si quieres saber cuánto mejillones produce una batea, la primera respuesta es depende.
Depende mucho de las condiciones de la temporada y de la propia batea entre otras circunstancias.
No obstante, y tal y como hemos comentado más arriba, una batea puede producir entre 40 y 80 toneladas de mejillones y en el mejor caso 100 toneladas.
Cada batea puede disponer de entre 200 y 700 cuerdas.
Y cada metro de cuerda contiene demedia 20 kilos de mejillones.
En la actualidad, hay más de 3300 bateas en Galicia y muchas de ellas destinadas al cultivo del mejillón.
Sobre la cría y cultivo del mejillón gallego
Realizar el cultivo y la cría del mejillón gallego lleva una serie de pasos para conseguir un producto de 10.
No resulta sencillo trabajar en una batea, pero los profesionales del mar son capaces de sacar todo el provecho a estas estructuras.
Por tanto, a continuación, te explicamos de manera sintetizada todo el proceso.
Recolección y colocación de la semilla
Lo primero es conseguir las semillas para colocarlas.
En este caso, los productores las recolectan en las rocas del medio natural o en las cuerdas recolectoras en épocas de fijación de las larvas.
Encordado
En esta fase se fijan a través de unas redes de algodón las semillas a las cuerdas.
Desdoble
Pasados entre 4 y 6 meses, se realiza el desdoble. Esta es la acción que se realiza cuando los mejillones tienen un tamaño de entre 4,5 y 5,5 centímetros.
Al crecer, es necesario proporcionarles más espacio. Por tanto, cada cuerda de mexilla se desdobla en 2 o 3 cuerdas de menor densidad que facilitan un correcto crecimiento a los mejillones.
Cosecha
El proceso finaliza entre 12 y 17 meses después con la cosecha.
Se recolectan todos los mejillones subiendo las cuerdas a la superficie a través de una grúa, se clasifican y se comercializan.
Ostras y vieiras en bateas
En las bateas gallegas también se cosechan ostras y vieiras de gran calidad. Sin embargo, su producción es bastante inferior a la de los mejillones.