Descripción del bogavante azul
El Bogavante nacional tiene un característico color azul. En parte, fruto de su alimentación a base de moluscos, calamares, pulpos y peces. Posee 10 patas de las que las 2 primeras rematan en pinzas grandes, fuertes y llenas de jugosa carne. El cuerpo es alargado y estilizado. Cerca de la boca tiene dos grandes antenas. Toma diferentes tonos entre azul, verde e incluso negro.
El bogavante azul es uno de los crustáceos más elegantes y distinguidos que se pueden encontrar en el mercado. Este bogavante es de color azul zafiro oscuro y se encuentra en aguas del Atlántico y del Mar Mediterráneo, aunque el de Galicia es el que tiene mayor calidad. El cuerpo del bogavante es alargado y estilizado, y está cubierto por un exoesqueleto que adquiere tonalidades entre el azul, el verde e incluso el negro.
El bogavante azul es el bogavante de Galicia. Y se distingue de otros en el mercado, además de por su tonalidad, por el intenso sabor y su suave textura. Su tamaño puede alcanzar los 75 cm. Y su peso varía entre los 400 gr y más de 1,5 Kg.
Se captura con nasas y trampas en los meses de verano, julio y agosto. La mejor manera de degustarlo es combinándolo con arroz.
Si te interesa seguir resolviendo dudas acerca de este marisco te invito a leer la siguiente entrada de nuestro blog en la cual resolvemos las preguntas más frecuentes acerca del bogavante azul de Galicia. Además, en nuestra tienda online disponemos de bogavante azul en distintos tamaños:
- pequeño (400 – 600 gr),
- mediano (600 – 800 gr),
- grande (800 – 1.200 gr),
- extra grande (1.200 – 1.500 gr) y
- pesos superiores a 1.500 gr.
Es posible comprarlo sin patas.
También disponemos de bogavante congelado. Contáctanos para hacer tu pedido.
Historia del bogavante azul
Elegante y distinguido, de color azul zafiro oscuro, es nuestro bogavante azul. El bogavante de Galicia (Homarusgammarus), también conocido como Abacanto o Lubrigante. Se encuentra en aguas del Atlántico y del Mar Mediterráneo. Además esta presente en algunos mares continentales europeos. Pero de todos, el gallego es el que tiene mayor calidad.
Su fuerte y alargado cuerpo está cubierto por un exoesqueleto que adquiere tonalidades entre el azul, el verde e incluso el negro. Este es el principal signo distintivo respecto a otras especies foráneas. Como el canadiense, que es rojo o verdoso. Con la cabeza y las pinzas más gruesas. O el europeo, que también tiende a azul pero tiene manchas y un cuerpo menos fuerte, con pinzas más pequeñas que el Bogavante de Galicia.
¿Sabes por qué nunca es azul cuando te lo comes?
No se trata de magia, sino de química. En los crustáceos como el bogavante azul el sistema endocrino controla la pigmentación de su esqueleto. Las encargadas del color son unas hormonas que concentran los pigmentos, siendo los principales los carotenoides. Estos, asociados, a otras proteínas, cambian el color. Al cocer el exoesqueleto una de las proteínas se disocia permitiendo que los pigmentos rojos de los carotenoides se liberen y cambien el aspecto de nuestro bogavante azul.
El sabor del bogavante azul
Sin embargo, quienes lo han probado saben que lo más notable del Bogavante es la intensidad de su sabor. No es algo nuevo, desde los inicios de la cultura gastronómica de griegos y romanos se ha tenido muy en cuenta a este crustáceo. Considerado como un manjar de gran tamaño en el irrepetible, “El banquete de los eruditos”.
Se trata de una importante obra que incluye recetas de cocina en griego clásico, alguna de ellas, la más antigua que se conoce. Está escrita en la Roma del siglo III d.C por Ateneo de Náucratis, un autor helenístico. Y en ella se habla del “millonario Marco Gavio Apicio”, hombre de buen paladar que “pasaba la mayor parte del tiempo comiendo costosas gambas, que son allí mayores que las más grandes de Esmirna y que los bogavantes de Alejandría”, reza el texto.
Y es que, el estatus simbólico de la comida en las culturas, contiene grandes sorpresas. El culto por el sabor de ciertos alimentos considerados manjares ha hecho de la preparación y del acto de comerlos, algo muy sofisticado cercano a una experiencia espiritual. Y el bogavante juega un papel esencial por su textura y la riqueza de los matices que tiene su sabor.
El aroma del Bogavante Azul
Esto ocurre por una reacción que la temperatura produce entre los aminoácidos y los azúcares presentes en el bogavante, que se mete en el agua vivo. Suiza, sin embargo ha prohibido esta práctica para evitar el sufrimiento al animal.
Hay cientos de preparaciones con él, una de las más apreciadas para disfrutar de este crustáceo es el llamado Arroz con bogavante. Una forma de preparar el arroz similar a la paella donde el marisco adquiere todo el protagonismo mientras el arroz solo lo acompaña.
Fuente de zinc, fundamental para el sistema nervioso. El valor nutricional del Bogavante Azul reside en su aporte proteico. Vitaminas (C y E). Y los minerales como Sodio, Potasio, Fósforo, Calcio y Zinc. Este último importantísimo según investigadores del CSIC, que lo consideran un “oligoelemento indispensable”. Fundamental en la neurotransmisión del sistema nervioso, donde actúa como modulador de la excitabilidad neuronal. Que afecta a ciertas disfunciones, como la depresión.
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