El abadejo es uno de los pescados que más interés despierta en la cocina para familias. De aspecto similar al bacalao, pero mucho más barato, este pescado blanco es tan sabroso como sano. Bajo en colesterol y rico en Omega 3. El abadejo tiene la carne tierna como la de la merluza y pega con todo. Hoy queremos acercarnos un poquito más a la cocina hecha en casa. Así que lo hemos casado con uno de los manjares de nuestras rías más querido: el berberecho gallego. Abadejo en salsa verde con berberechos de la Ría. ¡Qué puede haber más apetecible hoy!
Ingredientes para hacer abadejo en salsa verde con Berberechos de las rías gallegas para 4 a la mesa:
- 1 Kg. de Abadejo
- 300 gr. Berberecho gallego
- 3 dientes de ajo
- 150 ml. de Albariño (comprar en nuestra tienda online)
- 1 cucharada de Harina
- Aceite de Oliva Vírgen Extra
- Sal
- Perejil fresco
Cómo hacer Abadejo en salsa verde con berberechos de Galicia (listo para disfrutar en apenas 50’)
Se trata de una receta fácil de preparar apta también para niños. Diles que en la Ría de Vigo los berberechos son croques. Que sus proteínas les harán ser más grandes. Y explícales que están vivos en vuestra cocina. También puedes enseñarles cómo se abren cuando cueces los berberechos al vapor… ¡Y alucinarán!
1. Limpia, corta y sala el abadejo.
Después de eviscerar y lavar el pescado bajo el chorro de agua fría en la pila, colócalo sobre la una tabla para cortar.
- Corta el abadejo en rodajas de dos o tres dedos de grosor. Aunque es un pescado salado, añade un poco de sal gruesa.
2. Rebozar y freír el pescado.
Sabemos que no todas las recetas de abadejo en salsa verde se hacen así. Pero queremos proponerte este toque que hará que el pescado esté jugoso. Y que toma de la cocina andaluza el saber hacer con los rebozados. Pon una sartén o cazuela baja, al fuego con aceite cubriendo la base.
- Echa harina en un cuenco y reboza los trozos de pescado. Deben quedar totalmente cubiertos pero sin pegotes.
- Mientras se calienta el aceite, pela y corta los dientes de ajo en finas láminas. Échalos en la sartén y deja que se doren mientras añaden todo el sabor al aceite donde vamos a freír el pescado.
- Fríe el abadejo. Procura que el aceite esté muy caliente antes de ponerte con el abadejo. Debes dedicar tu atención a la fritura porque es un golpe de calor que se da en un momento.
Al estar tan caliente el aceite conseguirás que la harina se tueste sin absorber demasiada grasa. Y que la carne del abadejo, sellada por fuera, esté tierna por dentro.
3. Prepara la salsa verde.
Baja el fuego y en la misma cazuela donde has frito el pescado añade el perejil fresco picado y una cucharada de harina. Remueve para espesar. Echa el Albariño.
- Tapa para que el abadejo se cueza en la salsa mientras se reduce el vino.
- Puedes darle la vuelta al pescado o regarlo con la ayuda de una cuchara. Deja que coja sabor durante algunos minutos.
4. Hacer berberechos al vapor.
Una vez que haya cocido el abadejo, tienes que hacer los berberechos al vapor. Para ello, échalos en la salsa y tapa de nuevo.
- ¿Cuándo sé si los berberechos están hechos? Es fácil, cuando estén abiertos. Más o menos, los berberechos de Galicia están listos en apenas 3 minutos. Y añadirán el toque definitivo de mar a tu receta casera de abadejo en salsa verde.
- Una vez pasado ese tiempo, si hay alguno que no se haya abierto debes retirarlo.
Consejos para hacer un abadejo en salsa verde con berberechos bien jugoso: el secreto está en el rebozado
- No uses huevo. Ya que al pasarlo por él se crea un rebozado pesado que nunca podrá ser crujiente, que es lo que buscamos.
- La harina ha de servir para facilitar la cocción del abadejo mientras se fríe. Haciendo que la carne coja el calor del aceite sin que por ello quede seca.
- Cada capa de harina debe ser como un envoltorio. Y para conseguirlo es necesario cubrir totalmente de harina los trozos de abadejo. Es fundamental tapar los poros del pescado. Por eso, a veces, se recomienda prensar con cuidado las piezas bajo la harina. Luego, retira la harina sobrante con suaves movimientos sobre el cuenco.
- Atender durante el rebozado aportará el toque de distinción en el plato final. Recuerda que este paso debe servir para añadir sabor y textura.